Para visitar regresando a la normalidad

Oxtankah, la cuna del mestizaje 

Por Omar Capistrán

Chetumal.- Es cuna de grandes leyendas, rodeada de gran vegetación es un sitio obligado de visita en el sur de Quintana Roo. Oxtankah es una ciudad llena de historia que lo aguarda regresando a la normalidad.

 Esta ubicada a 7 kilómetros de Calderitas, se ignora el nombre original de la ciudad. En 1937 el investigador Alberto Escalona Ramos lo denominó Oxtankah, topónimo que puede tener tres interpretaciones: “en medio de tres pueblos”, “tres barrios” o “lugar rodeado de ramones”. 

Alcanzó su apogeo durante el periodo Clásico de la cultura maya, entre los años 300 y 600 d.C. Posteriormente decayó, pero se mantuvo habitada hasta la llegada de los conquistadores españoles.
Su ubicación a menos de mil metros de la bahía de Chetumal ha llevado a algunos investigadores a pensar que quizá fue ésta la gran ciudad de Chactemal citada en las fuentes históricas. 

En este lugar, se construyó la primera iglesia católica en México, sin embargo, el lugar es desconocido por la gran mayoría de los quintanarroenses.Aún se pueden apreciar restos de los templos y la iglesia que mandó levantar Alonso Dávila en su temporal ocupación.

Una desviación indica al visitante que tiene que virar a  la izquierda y tomar un empedrado. Un hermoso camino de un kilómetro lleno de vegetación.
Una jauría de canes, muy bien comidos y bastante “comodones” dan al visitante la bienvenida, mismo que tendrá que pagar una pequeña cooperación en la entrada del lugar en la cual se aprecia un pequeño salón con la historia del lugar.

Según algunas versiones, Oxtankah habría sido escenario del primer mestizaje documentado, aunque dicha tesis aún está por verificarse, porque tal descripción para otros corresponde más al cercano sitio de Ichpaatún. 

De todas maneras Oxtankah tiene una arquitectura atractiva y son de singular belleza los objetos hallados hasta la fecha en el interior de las tumbas descubiertas.

El tamaño y la importancia de Oxtankah variaron en algunos periodos. Algunas áreas quedaron abandonadas después de 600 de nuestra era, siendo ocupadas tiempo después y remodeladas mediante ampliaciones de las plataformas y la construcción de nuevos palacios, templos y edificios administrativos sobre los ya existentes. 

A la llegada de los españoles, la ciudad estaba ocupada por múltiples y modestas unidades residenciales, así como por innumerables bardas de delimitación (albarradas). Después de las primeras incursiones españolas, se edificó la capilla que se encuentra en el extremo norte del sitio, la cual constituye el testimonio más tardío de la historia constructiva de Oxtankah.

Oxtankah es la zona arqueológica más cercana a Chetumal, y es una de las atracciones más importantes para quien visita la capital del Estado. La belleza y buena conservación del bosque de ramones y su cercanía al mar Caribe, la convierten en un recorrido interesante en el aspecto cultural, ambiental y ecológico.

Las estructuras
Pueden visitarse las estructuras de dos grandes plazas prehispánicas, intervenidas en años recientes, y el área de la capilla española, explorada a principios de los años ochenta del siglo XX. 

La Plaza Abejas está conformada por cinco edificios de función ceremonial y residencial. En el extremo oriente se encuentra una plataforma con cuatro cuerpos que sostiene a un templo de un solo recinto. Allí fueron construidas dos tumbas donde se colocaron los cuerpos de un par de importantes personajes, acompañados por diversos objetos a manera de ofrenda. Estas tumbas pueden visitarse entrando por la parte posterior de la base del templo. La construcción corresponde al periodo 300 - 600 de nuestra era, aunque tiempo después fue cubierta por otro edificio, que permaneció ocupado hasta la llegada de los españoles.

Al sur de la plaza se halla un palacio de escasas dimensiones, construido entre 300 y 600 de nuestra era, posteriormente ampliado. Del edificio más antiguo pueden apreciarse, en la parte media, dos habitaciones con vestigios de techos abovedados, ubicadas a los lados de la escalinata de acceso; al oriente se observan los restos de los cuerpos de la plataforma que las sostiene. 

Del último periodo de ocupación de esta estructura sólo se conservan los pisos de dos de las habitaciones que se encontraban en su parte superior, las primeras huellas de la escalinata de acceso y una porción de la fachada principal, que originalmente estuvo ornamentada con estucos modelados y policromados que representaban textos alusivos a los gobernantes y dioses de la ciudad.

El diseño arquitectónico dominante de las estructuras es del estilo Petén: cuerpos superpuestos con muros en talud, con esquinas redondeadas y remetidas, cuyo elemento esencial es la moldura llamada “en delantal”. Para abastecerse de agua dulce, construyeron pozos y chultunes, donde captaron agua de lluvia. La navegación fue una actividad común, por lo que en canoas recorrieron los canales de la región y cruzaron la bahía de Chetumal para transitar el mar Caribe de norte a sur, relacionándose  con otras poblaciones costeras y participando en los sistemas de intercambio a larga distancia, para  obtener productos marinos y terrestres foráneos que distribuían a otras  comunidades asentadas tierra adentro. A la entrada de los españoles, Oxtankah tenía unos 400 años de haber sido abandonada.

Como llegar
Para llegar a la zona arqueológica se toma la carretera Chetumal-Calderitas y al llegar a este poblado se continúa por la carretera asfaltada que bordea la bahía; 4.5 kilómetros al norte, se encuentra el señalamiento que marca el acceso al sitio. El trayecto total desde el centro de Chetumal, toma un tiempo aproximado de 25 minutos.

Agradecemos al INAH Quintana Roo las facilidades prestadas para la realización de este reportaje.

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